El estilo y el ornamento: Entre lo singular y lo perteneciente

 El Estilo y el Ornamento: Entre lo Singular y lo Perteneciente

El estilo y el ornamento no solo son excusas estéticas en arquitectura y arte, sino que también presentan los fundamentos sociales, culturales y simbólicos más profundos. Es cierto que estos elementos buscan a través del arte, la decoración los mensajes que se envían y jerarquías que se establecen. La multiplicidad de interpretaciones que emerge en decoración y ornamento se da gracias a la relación entre ambos, y en cómo a veces son considerados el uno y otro como objetos materiales de belleza y orden, pero también como ejemplos de singularidad y pertenencia. ¿Se encuentra decoración en el objeto o en el ojo que lo mira? Esta es la pregunta que pone la mira en el estilo y ornamento, y nos motiva a reflexionar sobre su importancia en la creación de significados.

Desde su origen etimológico “stilus”, el estilo ha sido entendido como un sistema de expresión cuyas normas aseguran la efectividad de la transmisión de un mensaje o un recuerdo. A lo largo de la historia, el concepto de estilo fue transformado: de ser una forma de imitación y un precepto, a la connotación de originalidad y autenticidad. El estilo, es considerado como una especie de expresión única que refleja la identidad del creador en el arte de hoy comunicando una individualidad al margen de los moldes o reglas convencionales. Es decir, este no reside en la adherencia a las reglas sino en su capacidad de invocar una armonía irrepetible.

El ornamento, a su vez, toma el rol de elemento enriquecedor de una estructura básica a través de motivos repetitivos que muchas veces adquieren un carácter orgánico, sugiriendo así una continuidad de movimiento dentro de un espacio visual determinado. Es decir, este no busca necesariamente una identidad singular, a diferencia del estilo. En muchas culturas del mundo, la ornamentación tiene el papel de representar valores, tradiciones y creencias comunes. La ornamentación no sólo sirve para distinguir sino también para conectar con lo colectivo, que perpetua una idea de pertenencia. Así, la repetición de motivos orgánicos se convierte en una forma más de conectar a la humanidad con la divinidad, llevándola más allá de lo meramente decorativo para cumplir un papel simbólico.

A pesar de sus diferencias, el estilo y el ornamento se relacionan de maneras significativas a través de su capacidad para transmitir significados. Ambos operan dentro de sistemas culturales y sociales para transmitir valores más allá del ámbito de lo visual. Mientras que el estilo podría entenderse como la búsqueda de la singularidad y la originalidad, el ornamento a menudo refuerza las relaciones con la tradición y la estructura social. En ese sentido, no es solo la materialidad del edificio que se decora u ornamenta sino también la forma en que el espectador se relaciona con él para darle significado. Es esta interacción con la obra la que permite que el ornamento funcione como vehículo de significado y que el estilo se convierta en una expresión de identidad.

En conclusion, la relación entre estilo y ornamento puede entenderse como una especie de diálogo entre lo que consideramos individual y lo colectivo. Ambos toman un rol fundamental en la creación de espacios estéticos y simbólicos. Es decir, donde el estilo pretende destacar y singularizar, el ornamento une y pertenece a algo mayor. Al final, la decoración y el ornamento existen no solo en el objeto en sí, sino que también en la interpretación de cada espectador que lo proyecta.

 

Referencias

estilo   Estilo y ornamento — 3121-4211. (n.d.). 3121-4211. https://www.isado.net/sesiones-1-4 

           Alejandro Román. (2023, September 26). Estilo y Ornamento. Arquitectura Blog. https://www.arquitecturaale.com/post/estilo-y-ornamento

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